El ruido se considera, hoy en día, uno de los agentes contaminantes más frecuentes tanto en el hogar como en el entorno laboral. Si bien es cierto que solo en condiciones extremas puede llegar a generar pérdidas auditivas, una exposición prolongada al ruido puede dar lugar a diversas alteraciones de tipo fisiológico o psicológico; con sucesivas consecuencias a futuro para la salud.
En este artículo, te contamos cómo funcionan los silenciadores acústicos que ofrecemos en Conductos Gamat S.L. y en qué tipo de instalaciones son necesarios.
¿Qué es un silenciador acústico?
Los silenciadores o atenuadores acústicos son unos dispositivos cuya función es reducir el ruido transmitido a través de conductos de aire y aberturas para la ventilación de recintos; actuando como una barrera de absorción sonora. Estos silenciadores absorben, atenúan y controlan ruidos de media y alta frecuencia que se consigue por la absorción de gran parte de la energía sonora incidente en el interior del silenciador y su transformación en energía calorífica.
La estructura de estos silenciadores acústicos suele estar conformada por un bastidor con forma de paralelepípedo (en caso de silenciadores rectangulares) y fabricado en acero galvanizado con bafles paralelos interiores que permiten el paso del “ruido” con la consiguiente atenuación del mismo. Esto se consigue gracias al rozamiento que se produce del aire con los bafles, que han sido revestidos con materiales de elevado coeficiente de absorción y recubiertos con un velo especialmente diseñado para evitar el desgarre y arrastre posterior de las fibras de que se componen. En este proceso de rozamiento, el aire pierde energía acústica y cinemática, transformándola en energía calorífica.
¿Cuándo y dónde se instalan los silenciadores acústicos?
En la actualidad, las nuevas edificaciones y sus instalaciones se caracterizan por ofrecer a los usuarios niveles elevados de confort térmico y confort acústico. A través de un adecuado sistema de climatización y ventilación se contribuye a generar una óptima calidad del aire interior y un ambiente térmico adaptado a las necesidades de cada usuario. Pero estos mismos sistemas de climatización y ventilación tienen la consideración de ser las principales fuentes de ruido en los edificios, debido al ruido que producen no solo los motores de los ventiladores que mueven el aire sino también el que produce el aire al circular por los conductos que componen la instalación.
El uso de atenuadores acústicos o silenciadores para ventilación permitirán reducir el ruido transmitido por los equipos en aquellos casos que se considere necesario. La normativa vigente, el Código Técnico de la Edificación, dedica uno de sus Documentos Básicos a la protección frente al ruido. Dicho Documento Básico DB HR “Protección frente al ruido” especifica parámetros objetivos y sistemas de verificación cuyo cumplimiento asegura la satisfacción de las exigencias básicas. Así, se consiguen los niveles mínimos de calidad propios del requisito básico de protección frente al ruido: limitar, dentro de los edificios y en condiciones normales de utilización, el riesgo de molestias o enfermedades que el ruido pueda producir a los usuarios como consecuencia de las características de su proyecto, construcción, uso y mantenimiento.
Para satisfacer este objetivo, la norma dicta que los edificios se proyectarán, construirán y mantendrán de tal forma que los elementos constructivos que conforman sus recintos tengan unas características acústicas adecuadas. Estas deben reducir la transmisión del ruido aéreo, del ruido de impactos y del ruido y vibraciones de las instalaciones propias del edificio, así como limitar el ruido relevante de los recintos. Por tanto, la instalación de estos disipadores acústicos se presenta como una solución práctica y viable a la reducción del ruido producido por los sistemas de ventilación y climatización.
Conductos Gamat y su oferta en silenciadores acústicos:
Elegir el mejor silenciador acústico es complicado y depende de numerosos factores: los pasos de aire existentes entre los bafles, el caudal de aire a tratar, la pérdida de carga, la velocidad del paso de aire, etc. Una mayor distancia entre bafles permite un mayor caudal de paso de aire, produciendo asimismo una menor pérdida de carga a vencer por el ventilador; pero, por el contrario, su capacidad de atenuación se reduce. Del mismo modo, una mayor longitud del silenciador producirá una mayor atenuación, puesto que el aire tendrá más superficie donde disipar energía acústica.
Es decir, para escoger el silenciador acústico más adecuado debemos seguir ciertos criterios de selección:
- La geometría y dimensiones del silenciador vendrán determinados en cada caso por el espacio disponible, el caudal y la pérdida de carga.
- La atenuación acústica debe ser la mayor posible, no solo a nivel global, sino también espectralmente. Hay que tener en cuenta que la atenuación que el silenciador introduce depende principalmente de su modulación y longitud, siendo la atenuación mayor en medias-altas frecuencias, que en bajas y muy altas. Es por ello que la atenuación global que el silenciador introduzca dependerá del espectro del ruido emitido.
En resumen, la instalación de silenciadores es una solución muy efectiva para atenuar los ruidos ocasionados especialmente por instalaciones de ventilación, transporte de fluidos y otros ruidos emitidos en entornos industriales. En Conductos Metálicos Gamat contamos con una amplia gama de silenciadores, analizamos las necesidades de cada proyecto y diseñamos soluciones a medida para cada caso en cuestión.